Las Smart Operations u operaciones inteligentes son un concepto amplio, que consiste en utilizar la conectividad y la inteligencia automatizada para ofrecer de forma efectiva mejores conocimientos y previsibilidad a través de análisis avanzados, con el objetivo de que las operaciones acaben realizándose de la forma más autónoma posible. Esto permite que los empleados realicen otro tipo de tareas que requieren mayores capacidades humanas, fomentando así la innovación y la creatividad.
La Inteligencia Artificial (IA) está transformando la manera en que operan las fábricas modernas en todo el mundo. Estas aplicaciones se benefician de la gran cantidad de datos que se pueden recopilar en una fábrica moderna y de la capacidad de la IA para analizar y tomar decisiones basadas en estos datos.
El cambio de la automatización tradicional basada en robots industriales independientes hacia los ‘sistemas ciberfísicos’ en red ha revolucionado la forma de trabajar de las plantas de producción y ha impuesto nuevos estándares de competitividad en el mercado. Esto ha supuesto una serie de beneficios para productores y consumidores, incluyendo los siguientes:
· Fabricación ‘Just-in-time’: Los modelos productivos adaptados y en tiempo real han alcanzado un nuevo nivel de optimización. Los sensores realizan el seguimiento de los componentes ordenándolos en función de patrones de demanda y algoritmos para acortar los tiempos de entrega.
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Introducción de nuevos productos: Las líneas de producción se convierten en sistemas de información que nutren la toma de decisiones en cuanto a temas tan centrales como la línea de productos. Esto facilita la adaptación a la demanda, facilitando que se modifiquen desde las materias primas que entran en el proceso de fábrica hasta al producto final que sale de ella.
Técnicas de IA como el aprendizaje automático (ML) y el aprendizaje profundo (DL), si son bien aplicadas, tienen efectos positivos muy significativos en el ROI de las empresas. El aprendizaje automático mejora infinitamente la calidad de los productos, al introducir en los procesos de producción sistemas de mantenimiento predictivo, reemplazando inspecciones visuales por robots o cobots que ejecutan los controles de calidad de forma infinitamente más precisa y eficiente.
Estas técnicas de IA dan pie a tres beneficios fundamentales para la industria 4.0:
· Optimización de la producción
· Integración de la cadena de suministro
· Adaptación de la empresa al mercado.
· Mejor desarrollo de productos.
Sin embargo, la complejidad del uso de la IA en la industria 4.0 requiere que fabricantes colaboren con especialistas para alcanzar soluciones adecuadas y personalizadas. Construir la tecnología necesaria tiene costes muy elevados y requiere de unos conocimientos profundos tanto a nivel interno como a nivel técnico