Las cortinas fotoeléctricas de seguridad se utilizan en cualquier aplicación en la que sea necesario proteger de forma fiable y económica puntos y zonas de peligro. Independientemente de la variante, tienen integradas diversas funciones de las máquinas o se pueden seleccionar a través de soluciones de control seguras. La gama abarca diseños pequeños y compactos o variantes extremadamente robustas y resistentes para entornos especialmente difíciles.
La historia de las cortinas fotoeléctricas se remonta a 1951, cuando Erwin Sick presentó el primer modelo en la Feria alemana de invenciones y novedades en Múnich. Desde entonces, estas cortinas han evolucionado tecnológicamente para proteger a las personas de lesiones graves o incluso la muerte causadas por máquinas.
En la actualidad, no existe un estándar único para las cualidades y características de las cortinas fotoeléctricas, ya que cada fabricante ofrece una amplia variedad de productos en términos de tamaño, forma y resolución. El objetivo principal de estas cortinas es proteger a los trabajadores y evitar accidentes graves.
Las cortinas fotoeléctricas tienen diferentes funciones, como cortar los haces de luz para iniciar el paro de movimientos peligrosos, reiniciar áreas seguras y evitar interrupciones en la producción. Además, han evolucionado con nuevas funciones como bloqueo de rearme interno, control de contactores, codificación de haces, muting, cegado y reconocimiento de patrones.
En resumen, las cortinas fotoeléctricas de seguridad han avanzado para adaptarse a las necesidades de la industria, ofreciendo una variedad de operaciones manuales y automatizadas para mejorar la seguridad y la productividad sin comprometer la eficiencia. Es fundamental conocer las características y funciones específicas de cada cortina para determinar su viabilidad en una aplicación particular.